¿Buscas ese lugar donde cada rincón tiene su historia?
En el corazón de Alameda, hemos encontrado una casa que no solo se reformó, sino que se reinventó.
Una planta baja que te recibe con un recibidor abierto a una cocina que invita a quedarse, una despensa donde se guardan todos esos planes que aún no has cocinado y un baño con plato de ducha que te grita: relájate, aquí estás en casa.
El patio ese patio soleado que será tu refugio los domingos de vermut, tus noches de cine bajo las estrellas o el escondite perfecto para tus plantas. Y, como guinda, un sótano que no es solo un trastero, es ese espacio donde las cosas viejas pueden convertirse en nuevos proyectos.
En la primera planta, tres habitaciones donde cada ventana es un escenario:
La habitación donde despertarás sin prisa.
La habitación donde escribirás tus ideas locas a medianoche.
La habitación donde todo puede empezar de nuevo.
Esta casa no solo está lista para que entres. Está lista para que empieces a vivirla.